Pasa al interior y ponte cómodo

7.2.08

Coplas a la muerte de Don Carnal


Pieter Brueghel. El combate entre don carnaval y doña cuaresma

Recobre el alma la siesta y olvide el sueño cabruno contemplando cómo se pasa la fiesta, cómo se viene el ayuno tan callando; cuán presto se va el humor, cómo después de enterrado da que hablar, cómo el precio del amor de cualquier beso olvidado es recordar.

Y pues vemos cómo el cura llama a todos los confesos al rosario, si juzgamos sin censura daremos con nuestros huesos en osario.
No se engañe nadie, eh, pensando que iba a durar muchos días, más que duró lo que fue pues el tiempo ha de ordenar las alegrías.
Nuestras vidas son los bares que no venden garrafón, que es el morir, allí van los escolares derechos al botellón a consumir; allí, los hombres adultos, allí los otros medianos y menores; en la calle no hay indultos para jóvenes, señoras y señores.
Dejo aquí las restricciones de la cuaresma empezada y vuelvo a la encrucijada del tiempo y sus estaciones.
Y al amor doy aposento pues es fecha de placer y caridad, a pesar de que ese cuento de quererte más que ayer sea verdad.
Febrero es mes de conquista, para al otro algunas cosas regalar, mas cumple ser consumista y comprar joyas y rosas para amar. Pues dicen que amor sin dones, en términos de mercado, no es amor. Y menos si no hay condones y bombones empapados de licor.
Y así, metidos en danza con amor en la mirada y oraciones, declaramos nuestra panza, de jamón muy bien cuidada, en vacaciones.
Y a pesar de lo que opinen los pastores del partido popular y el sermón que dictaminen los prelados del infierno en el altar, el humano que esto cuenta, que es al punto buen devoto de Carnal, no pondrá su alma en venta ni a la prédica ni al voto electoral.
¿Qué se fueron de los sabios disfrazados y comparsas de estos días? ¿Quién se pinta ahora los labios y la cara con las farsas más impías? Preparad el monedero, enemigos del placer y la oración, y gastad vuestro dinero con fe ciega y devoción.