Guerra, S.L.
Alguien ha calculado en vidas su venganza. Alguien que, ajeno a la razón y al miedo, se ha lavado las manos con la sangre futura y ha negado las voces que defienden la vida. Alguien que ha propiciado el crimen y la rabia.
Por eso, y porque el sueño y el deseo de la Paz aún tienen luz y defensores (a pesar de la guerra), os pido que gritéis todos los días como el que siente cerca el ruido del disparo.
No permitáis que el mundo se resuelva a nuestra espalda. No consintáis el uso de la vida en manos del verdugo. No admitáis el fracaso y la desesperanza. No os conforméis con detonar el grito. No toleréis que el pulso de los hombres se discuta con armas y resoluciones, que la muerte sea excusa o garantía para librar al hombre de otros hombres, que la fuerza se imponga a la cordura.
No alentéis a los hombres que olvidaron un día la palabra amor. No abráis la puerta al lobo de las pesadillas. No sostengáis el peso de la destrucción y el frío. No apuntaléis los sueños abatidos ni mostréis la verdad y las heridas sin dignidad y arrojo. No enmascaréis al ogro de los cuentos para hacerlos más tibios e inocentes. No silenciéis a aquellos que negocian el precio de la vida, a aquellos que ahuyentaron los sueños de los débiles, a todo el que declara la renta de sus balas. Nunca honréis a la muerte como a vosotros mismos. Nunca rindáis el grito y la saliva. Nunca juzguéis al hombre que saneó su juicio. No admitáis eufemismos ni chantajes. No calculéis la angustia y el abismo que separa al relámpago del trueno, al grito de las bombas, a la muerte del sueño y de la luz.
Tal vez un día el corazón del hombre –a punto de pudrirse– madure y se haga dulce como un beso. Tal vez la vida no cierre sus puertas esta primavera por defunción o miedo. Tal vez los hombres y mujeres que soñaron dormidos una madrugada –a pesar de las bombas y sirenas– no pierdan nunca la esperanza. Tal vez no pierdan nunca las palabras. Tal vez no pierdan. Tal vez no. Tal vez.
No a las armas. No a las imposiciones. No a las mentiras. No al terrorismo. No a los bastardos unidos. No a las dictaduras. No a la guerra.
(Artículo publicado en el libro Al fondo a la derecha.)